Cyber-activismo
y las nuevas militancias
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En la antigua Grecia, Aristóteles
definió al hombre como un 'zóon politikón' o animal político.
A partir de aquella expresión hizo un gran énfasis en la característica
social y política, como una condición inherente a la existencia humana.
Siguiendo esta línea argumentativa hay quienes afirman, que tomar partido
socialmente, es parte de la condición antropológica del individuo.
Está de más entonces afirmar que posicionarse en el mundo, hace parte de
vivir en sociedad, tomar partido por una u otra causa no solo es inevitable
porque habitamos en comunidad, sino que es nuestra condición.
Desde la antigüedad, esa necesidad de los sujetos por integrarse en el
medio que los rodea asumiendo una posición frente a la realidad adhiriéndose a
una causa, no ha cambiado. Por esto, igual que Diógenes Laercio, rechazo los
estereotipos de la vida en la Atenas antes de Cristo, Bertolt Brecht se opuso
implacablemente al régimen militar de la cotidianidad en la Alemania de 1930 y
hoy, numerosas personas buscan alternativas para ser y habitar de formas
diferentes.
A través de los siglos, no se han presentado cambios en la capacidad de
participación y polarización de los sujetos en la vida social. Sin embargo, el
ejercicio de activismo, es decir, la forma de materializar esas posiciones
políticas, sí se ha transformado profundamente.
La explosión de los medios de comunicación, -formales e informales-, ha
favorecido la proliferación de manifestaciones de apoyo y repudio en diferentes
contextos. Facilitando el acceso a la información, la creación o movilización
de la opinión pública y por tal razón, la adherencia a distintas causas.
De esta manera, la militancia en determinada visión del mundo, que solo
se alcanzaba en la antigüedad a partir del diálogo cercano con la persona que
encarnaba dicha perspectiva, se transformó, en primer lugar, con la invención
de la imprenta y las posibilidades comunicativas masivas que esta generó. Un
ejemplo conocido por muchos, fue el papel que jugó el periódico de los
bolcheviques durante la organización de la Revolución Rusa; siendo iskra un
factor clave para la adherencia al movimiento.
El refinamiento de la comunicación favorece esta toma de partido, en ese
sentido, la radio y la televisión han propiciado una multiplicidad de
estimulaciones audiovisuales a favor o en contra de determinada posición,
incidiendo en la toma de decisiones sobre algunos eventos o situaciones
históricas especificas.
Actualmente, con la ubicuidad y diversidad que ha permitido la autopista
de la información más conocida como Internet, los activismos no solo han
proliferado, sino que también, han mutado la forma de establecer esa militancia
con sus distintas justificaciones.
La virtualidad permite que durante todas las horas del día se envíe y
comunique cualquier material sobre un tema específico, dándoles a las personas
la posibilidad de acceder a Internet para mantenerse informadas y opinar sobre
temáticas coyunturales.
El debate ahora es, ¿dicha transformación genera un compromiso diferente
ente los militantes?, es decir, si comparamos el compromiso que establecía el
discípulo de Diógenes en la antigüedad, el del militante bolchevique que debía
comprar iskra en secreto y corriendo riesgos por su posición política y el del
defensor de los derechos de los animales que tiene un blog, una fanpage de
Facebook y publica un post de gran interés: ¿será el mismo nivel de compromiso?
Este cuestionamiento solo pretende que reflexionemos el nivel de
intensidad y responsabilidad con el que asumimos nuestra adherencia a
diferentes causas, dado que, si únicamente estamos publicando información en la
red y esta no moviliza nuestra vida cotidiana, tal vez el acceso a mayor
información, está debilitando la capacidad de participación política.
La inquietud está en cada uno de nosotros, porque actualmente, casi
todos tenemos una participación activa en la Web y con seguridad hemos
publicado, comentado y creado contenidos sobre nuestra forma particular de ver
el mundo. ¿Qué tanto nos comprometemos con esta?
Gloria María Naranjo Q.
Licenciada en Educación Básica
Énfasis en Ciencias Sociales
Licenciada en Educación Básica
Énfasis en Ciencias Sociales
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